sábado, 22 de mayo de 2010

La política ha muerto

El gran místico sufí Rumi dijo: Hoy, como cualquier otro día, nos despertamos vacíos y asustados, No abras la puerta del estudio y empieces a leer. Coge un instrumento musical, Deja que la belleza de lo que amamos sea lo que hacemos, Hay cientos de formas de arrodillarse y besar el suelo.

Y la política no ha dejado de discutir, ha elegido el camino de la tristeza, la pelea, la división. Cualquier idea de cambio y mejora ha sido sacrificada por el bien del partido. Hemos amado todo lo que no era bello.

Nos hemos arrodillado a sus designios, hemos sacrificado todo lo bueno y creativo que hay en todos nosotros y lo hemos tirado por la borda de las ideologías. Y no saben que las buenas acciones no tienen ideología. No hay una física, ni una buena ingeniería, ni una contabilidad o una arquitectura de izquierdas o derechas. Esas cosas sólo pasan en la política. La política es una herramienta ineficiente para resolver los problemas del mundo. Seguirá dando coletazos, hay muchas personas ancladas y viviendo de ella, pero por mucho que quieran su tiempo terminó. Demos paso a lo nuevo y despojémonos del pasado. La política ha muerto.

Es más, son el verdadero problema. Y no es una cuestión de debate, trabajo o sacrificio. Claro, esas cosas no pueden faltar. Imaginaros una empresa que tiene un problema, vamos, la mayoría en esta país, y para ello forman un grupo de trabajo encaminado a solucionarlo. ¿Os imagináis que se pusieran a discutir sobre ideologías? Por supuesto que no, lo que harían sería trabajar y colaborar, aportando cada uno lo mejor de sí para resolver el problema. Y el que no quiera colaborar se le apartaría del proyecto. ¿Cuántos políticos están realmente dispuestos a colaborar?

La política es algo que debemos de superar; triste, carente de creatividad y alegría. Algo que ya no nos podemos permitir. Ha llegado la hora de madurar. El futuro está en juego.
Hace unos años se habló mucho de la tercera vía, algo que resultó un fiasco debido a que era una simple maniobra de la izquierda para llevarse los votos de centro derecha e izquierda. Y sólo interesada por lo económico. Al final lo único que pretenden es mantenerse en el poder. Todo lo demás es accesorio. Unas veces nos darán y otras nos quitarán, pero cuando aciertan no lo hacen por altruismo, es una simple jugada más para seguir en el poder.

Me imagino un Congreso de los diputados en donde personas de diversa índole trabajaran en equipo, estudiando y colaborando para resolver los problemas del país. Un lugar de camaradería y mucho trabajo. En el que tuvieran que estar todos juntos, conviviendo, comiendo, durmiendo, trabajando. Sin ideologías, pero sí con muchas ganas de mejorar. En el que a diferentes retos diferentes personas. Buscando siempre la eficiencia y no los protagonismos.

Serían equipos multidisciplinares, técnicos, científicos. Encaminados a cubrir todas las realidades que nos conforman. Habría unas personas que podrían ser las que lo coordinen, pero para nada serían las que ostentasen el poder. Con el tiempo, un gran cerebro informático podría ser el que avisara de los problemas y buscara en su base de datos las personas que mejor pudieran ayudar a solucionar el problema. Cualquier individuo podría optar a cooperar en los proyectos. Pare ello no sería necesario la afiliación a ningún partido político. Lo único que importaría sería -qué es lo mejor que puedo aportar al mundo-. Y en esto, todos tenemos algo que aportar. Los amiguismos y los apoltronamientos no tendrían cabida. Al finalizar un proyecto el equipo sería disuelto.

De golpe y porrazo damos un salto cuántico, nos quitamos del medio miles de horas perdidas en peleas, mentiras, egos y narcisismos. Devolvemos al pueblo el verdadero control y cooperamos entre todos, cada uno en lo mejor que pueda aportar para hacer de este lugar un mundo mejor.

No es difícil. A veces los sueños se hacen realidad. Sólo hay que desearlo con fuerza y luchar por ello.

La bondad, el amor, la compasión son cosas que hay que ejercitarlas, cuanto más se práctica más se siente y evoluciona. Al principio puede ser fingido, pero a base de seguir practicando la cosa acaba interiorizándose; y entonces, un día, te despiertas, ¡y no puedes creer que aquella persona de antaño fueras tú! Se habrá hecho el milagro, por fin la luz iluminará tu vida, y puede que así ayudes a iluminar la de los demás. Y entonces te das cuenta que aquella otra vida no era más que un mal sueño. Ahora estás despierto.



Email del autor: nriveratrader@gmail.com