Traducción de: El blog Max Aue d'en Ferran
Hoy he leído en el periódico una magnífica noticia. Una familia de Montcada ha dado con la fórmula para saltarse a la torera las injustas órdenes de desahucio cada vez más frecuentes. Últimamente, como que la policía se encontraba con fuerza oposición vecinal para ejecutarlas, hasta el punto de no haber podido terminar alguna, habían empezado a acudir a sus ejecuciones con fuerzas antidisturbios. Esto hacía imposible que la oposición vecinal frustrara el proceso.
Pues bien, ayer, al ir a ejecutar una de estas órdenes de desahucio, la policía se encuentra con la oposición vecinal habitual; intervienen los antidisturbios y aseguran un perímetro para que los agentes judiciales puedan actuar, la familia coge las cuatro cosas más importantes que tenían en la casa, mientras el vecindario no para de gritar consignas contra los bancos, la policía y la justicia, el cerrajero, que ha venido a instancias de la policía, cambia la cerradura de la puerta. Los agentes judiciales, finalmente, levantan acta del desahucio, y la familia, en medio de la más profunda tristeza, se encuentra en la calle. La policía comienza a replegarse y se dan las más sentidas muestras de solidaridad entre los vecinos, muchos de los que piensan que quizás ellos serán los siguientes.
Una vez las cosas se calman, todos marchando: cerrajero, agentes judiciales, antidisturbios, policías, vecinos ... A las dos todos comiendo en su casa. Menos la familia desahuciada que va a comer a casa de una tía. Se acabó!
Acabado? No os lo penséis . Tras el carajillo, el padre familia, que sigue considerando que esa todavía es su casa, recoge la mujer y los chicos y va hacia ella. Entra por el sencillo procedimiento de dar una patada a la puerta y, como es un manitas, vuelve a cambiar la cerradura y poner una nueva que había tenido la precaución de comprar de antes. Ya estamos otra vez!
No sé si este proceder se lo recomendó un abogado, si es así: chapeau por el abogado. Y si se les ocurrió a ellos mismos, aún más chapeau. El lío jurídico que han organizado es de campanillas, porque no se les puede volver a desahuciar. El desahucio ya se practicó y el expediente judicial se dará por concluido. Ahora ya no son unos propietarios que no pagan las cuotas de su hipoteca, ahora son unos simples okupas. Y si el propietario les quiere echar, debe comenzar un nuevo y diferente procedimiento judicial.
Estoy seguro de que el banco (o caja) ya debe tener una multitud de leguleyos estudiando qué pueden hacer para vaciar la vivienda. ¿Se ha inscrito en el Registro de la Propiedad la adjudicación del piso en pública subasta? Si no es así no se puede acreditar la propiedad y, por tanto, tampoco presentó denuncia. ¿Quién tiene poderes suficientes dentro del banco para presentar una denuncia de estas características? Apa: empezamos a leer poderes a ver quién puede hacerlo. Iniciamos un proceso civil o penal? ¿Qué será más rápido? ¿Qué oposiciones podrían presentar los ocupantes? ¿Cuánto tiempo puede durar el procedimiento?
Magnífico. Genial. Una vez maestro! De lo que se trata quizás hoy en día, es de aprovechar todas las grietas del sistema para crear el caos. Como ya sabían los griegos, sólo el caos puede surgir un orden nuevo, un cosmos. Y, voto al demonio, estoy seguro de que lo necesitamos.